TRASTORNO DEL APRENDIZAJE: T.D.A.H



TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

El TDAH es una enfermedad crónica, de inicio en la infancia y que en la mayoría de las ocasiones persiste en la adolescencia y en la vida adulta, se caracteriza por una tríada sintomatológica: inatención, hiperactividad e impulsividad que producen deterioro en el funcionamiento familiar, académico, social o laboral.

También es necesario que algunos síntomas de hiperactividad- impulsividad o de desatención aparezcan durante la infancia, antes de 10 siete años, se manifiesten en más de un contexto (escolar, familiar, etc.), interfieran de forma significativa, y causen deterioro, en el rendimiento escolar o laboral y en las actividades cotidianas (APA, 1995).


PREVALENCIA DE GÉNERO

Se han encontrado también importantes diferencias clínicas en la presentación por género. Las mujeres aunque lo presentan en una menor prevalencia que los hombres, tienen mayor comorbilidad con padecimientos internalizados y peor funcionamiento psicosocial.


TIPOS

Se clasifican en diferentes tipos de TDAH:

• Tipo combinado (no presta atención/ hiperactivo/ impulsivo): Los niños/as que padecen este tipo de TDAH muestran los tres síntomas. Esta es la forma más común de TDAH.

• Tipo hiperactivo/impulsivo: Estos niños/as muestran tanto el comportamiento hiperactivo como el impulsivo, pero son capaces de prestar atención.

• Tipo que no presta atención (anteriormente conocido como trastorno por déficit de atención. Estos niños/as no son demasiado activos. No interrumpen durante la clase o durante otras actividades, así que puede que sus síntomas pasen inadvertidos.
                                   

SINTOMAS Y EVOLUCIÓN


La desatención, la hiperactividad y la impulsividad se consideran los síntomas centrales del TDAH.
Los problemas de atención se ponen de manifiesto porque los niños con TDAH tienen muchas dificultades para focalizar y mantener la atención, mientras juegan o realizan tareas escolares. Les cuesta mucho seguir las reglas e instrucciones, su trabajo este desorganizado y se olvidan, con frecuencia, de las cosas. Los padres y profesores comentan que parece que no escuchan lo que se les dice, que no acaban lo que empiezan, que no pueden concentrarse, que se distraen con cualquier cosa y pasan, con mucha frecuencia, de una actividad a otra.

Los problemas de hiperactividad se aprecian porque estos niños no paran quietos, y tienen dificultades para estar sentados, cuando es necesario. Se mueven excesivamente y corren o saltan en situaciones y lugares inapropiados. Padres y profesores comentan que el grado de movilidad es muy superior al del resto de los niños de su edad.

Las conductas impulsivas se detectan porque estos niños hablan mucho, responden antes de escuchar las preguntas, interrumpen con frecuencia niños que son incapaces de esperar, con tranquilidad, su turno en los juegos u otras actividades.

Los síntomas centrales del TDAH suelen aparecer relativamente pronto, entre 3 y 4 años (Barkley, Fischer, Edelbrock y Samallish, 1990). Los padres de niños con TDAH comentan que, (en sus primeros años de vida, eran muy activos, excesivamente movidos e ntranquilos, tenían dificultades para calmarse y adaptarse a cambios (baño, comidas, etc), se irritaban con facilidad, gritaban con frecuencia, tenían rabietas, cambios de humor rápidos y bruscos, dormían poco y durante periodos de tiempo cortos. 

Durante los años de preescolar, los padres y profesores describen a estos niños como desatentos, muy movidos, siempre en marcha, como si tuvieran un motor, y colocándose, por descuido, en situaciones de peligro con frecuencia. Esto hace que sean más propensos a accidentes que a otros niños de su edad. Son niños que necesitan mucha supervisión y reclarnan atención de forma continuada. Las rabietas y pataletas son frecuentes, junto con dificultades para seguir las reglas y adaptarse a los juegos de grupo. En estos años, la diferencia entre los niños muy activos y los hiperactivos se pone de manifiesto porque 1os muy activos pueden moverse mucho, ir de un lado a otro y jugar con mucha animación.

Pero todas estas conductas tienen un fin y se ajustan a algún plan o esquema. La actividad del niño hiperactivo es excesiva (sobrepasa 1os límites de lo que se considera normal para su edad y desarrollo), inoportuna (no se ajusta a las demandas de la situación) y desorganizada (cambia de una actividad a otra sin acabar ninguna, y sin un plan al que se ajuste su actividad).

En 1os años de la enseñanza primaria, se acrecientan 1os problemas de atención y las conductas hiperactivOs e impulsivas. Los niños con TDAH tienen muchas dificultades para concentrarse en el trabajo escolar y permanecer atentos, se levantan de su asiento e interrumpen las actividades de la clase, no acaban el trabajo y siguen con dificultad las instrucciones. Tienen muchos problemas para acabar las tareas u obligaciones, tanto en casa como en la escuela. También es frecuente que tengan problemas porque no siguen las normas o reglas de 1os juegos y se entrometen en las actividades de 1os demás y 1os molestan. Esto hace que sus compañeros 1os rechacen y que se incrementen 1os problemas de relación.

Durante la adolescencia se produce un cambio en el patrón de 1os síntomas. Hay un decremento marcado de la hiperactividad, aunque persisten 1os problemas de desatención e impulsividad. Los adolescentes con TDAH acostumbran a ser poco perseverantes, presentan escasa tolerancia a la frustración, y exigen la gratificación o el cumplimiento inmediato de sus demandas. El abandono de la enseñanza, sin haber acabado y el consumo de alcohol u otras drogas es relativamente frecuente (Barkley, 1998; Robin, 1998). También se aprecian, concomitantemente con el TDAH, trastornos del humor, sintomas depresivos, baja autoestima, pobre autoconcepto, escasa competencia social y desconfianza en sus posibilidades.

EVALUACIÓN

La evaluación no cuenta sólo con la apreciación clínica, y el especialista debe ayudarse de los reportes de los maestros y los padres, incluso durante la adolescencia.

Disponemos de diferentes herramientas para evaluar la presencia del T.D.A.H, tres son las vías fundamentales:

1-Las entrevistas.
2-Las escalas informadas por padres, educadores, o el propio niño.
3-Las observaciones directas.

Con menor relevancia para la diagnosis del problema se encontrarían las diferentes pruebas o tests de inteligencia que en todo caso nos aportarían la sospecha de un déficit atencional o presencia de impulsividad pero sin valor diagnóstico por sí solas.

-Destacamos el Protocolo: 
De Evaluación General y Específica de los Trastornos por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAs) del grupo Alborh-Cohs y que incluye cuestionarios, Inventarios, Escalas y Registros. Una de las peculiaridades de estas pruebas es que valoran el déficit de atención independientemente del factor de hiperactividad. Esta distinción resulta importante dado que el D.S.M-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) comprende subtipos en los que contempla el T.D.A.H. de tipo combinado, con
predominio del déficit de atención o con predominio hiperactivo-impulsivo. Es importante evaluar con detenimiento cada uno de los componentes nucleares del T.D.A.H. (Hiperactividad, Déficit Atencional e Impulsividad) antes de trazar el plan de intervención. No es lo mismo que exista predominio de los trastornos conductuales o del déficit atencional.

-En el Test de Bender: pueden observarse en los niños impulsivos un progresivo aumento en los dibujos con puntos. Estos suelen convertirse en círculos que progresivamente aumentan su tamaño y pierden la orientación original.

Escalas:
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  • Escala de Conners (padres-madres y profesorado): Es el más utilizado. Está formado por 10 ítems fácil de redacción los cuales describen conductas que son clave en un TDAH. Cada ítem tiene cuatro alternativas y el profesorado debe poner una X en la casilla que corresponda, ya que puede ser “siempre”, “muchas veces”, “ a veces” o “nunca”.

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  • Escalas para evaluar el déficit de atención e hiperatividad (EDAH); su finalidad está en recoger la información sobre la conducta habitual del niño/a. Se utiliza la observación del profesorado que tras su análisis, se forma una escala global.


Test
·         Test de caras: Evalúa las aptitudes perceptibles y de atención. Está formada por 60 elementos gráficos de trazos elementales.
·         Test de cancelación de figuras: Está formado por tareas sencillas para niños/as de edad comprendida desde los 4 a los 13 años.
·         Test de ejecución continua: Está formado por 500 letras y con un tiempo total de ejecución de la tarea de 8 minutos en los cuales el alumno debe responder cada vez que aparece una X precedida por una A.
·         Perfil atencional del WISC-R: Está formado por varias subescalas, es decir, la aritmética, dígitos y claves. El subtes de aritmética está orientado a valorar la atención dividida. Este subtest de dígitos está orientado a evaluar la vigilancia, es decir la predisposición del alumnado de emitir una respuesta ante un estimulo y mantenerla durante un periodo de tiempo. El subtest de claves mide la atención sostenida, es decir, la capacidad de mantener la concentración a lo largo de un periodo de tiempo.




PRUEBAS

De impulsividad:
+MFFT: Está formada por cuatro ensayos de práctica y dieciséis de la prueba en los que aparece una figura superior y seis inferiores. En cada ensayo el alumno debe indicar que figura de las inferiores es idéntica a la superior. En cada error debemos repetirlo hasta acertarlo. De ahí se deriva los índices de impulsividad y los de eficacia.

   De control inhibitorio:
+ Test de +Stroop: Consiste en el atraso a la hora de nombrar un determinado color cuando es presentado al alumno.
+Sun-moon stroop: Se presenta al alumno 16 tarjetas en las cuales aparece una secuencia aleatoria del sol y la luna, Cuando se presenta el sol, el alumno debe decir noche, y cuando se presenta luna debe decir día.

De organización y planificación:

+Test Trail Making: Está formada por dos partes. En la primera el alumno recibe una hoja de papel con los números del 1 al 15 situados de forma aleatoria y la tarea consiste en trazar una línea uniéndolos de forma ordenada sin levantar el lápiz ni el papel. En la segunda parte aparecen los números del 1 al 13 y las doce primeras letras del abecedario y la tarea consiste en unir de forma alternativa letra y números de forma ordenada.

+Torre de Londres: Consiste en presentar tres bolas de distintos colores en tres palos de distinta altura. El niño/a debe poner las bolas en otros palos pero en la misma posición y utilizando un número concreto de movimientos.


 De memoria de trabajo:

+Prueba de memoria de conteo: Se requiere que el alumno posea información visual on-line y que almacene dicha información para ser utilizada posteriormente, Se le facilita un juego de tarjetas con puntos amarillos y azules distribuidos de forma aleatoria, y el objetivo es que el alumno repita en orden, el número de puntos que aparecen en cada tarjeta.

+Tarea de recuerdo espacio-temporal: Es una tarea que valora la memoria de trabajo viso espacial. Está formada por 30 ensayos y en cada uno de ellos se encuentra con 12 cuadrados de color azul, debiendo estar atento ya que de forma sucesiva se van cambiando al color rojo. El alumno debe seguir la secuencia.

DIAGNOSTICO


En el DSM-IV (APA, 1995) aparece la denominación Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, incluido dentro del apartado Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. Los criterios para el diagnóstico de este trastorno se dividen en dos apartados: (Al) Inatención y (A2) Hiperactividad-impulsividad. El trastorno puede presentar tres subtipos: tipo con predominio del déficit de atención, si cumple el criterio Al, pero no el A2; tipo con predominio hiperactivo-impulsivo, si cumple el criterio A2, pero no el Al, y tipo combinado, si cumple ambos criterios.


En 1os criterios diagnósticos se exige, además, que algunos síntomas hayan aparecido antes de los 7 años, que se presenten en dos o más contextos (por ejemplo en casa y en la escuela), que exista un deterioro significativo de la actividad social, académica o laboral y que 1os síntomas no se deban a otro trastorno.


TRATAMIENTO



El tratamiento de los niños, adolescentes y adultos con TDAH, debe ser multisistémico, es decir, farmacológico y psicosocial, esto último incluye terapias psicopedagógicas. neuropsicológicas, cognitivas, conductuales y familiares entre otras que puedan disminuir los síntomas.

Se sabe que el TDAH sí es una enfermedad, que tiene diferentes niveles de severidad, leves y graves y también se sabe que muchos de los síntomas de la enfermedad se controlan con el uso de medicamentos. Este padecimiento disminuye entre el 40% y el 60% de quienes lo padecen desde niño, pero un número muy importante manifiesta los síntomas hasta la vida adulta. La medicina controla, no cura la enfermedad.

La creencia que las medicinas usadas por los psiquiatras sean adictivas y potencialmente causen daños, probablemente se funda en el desconocimiento que tiene la gente de los beneficios de las medicinas y de conceptos equivocados sobre la adicción. Pensar que alguien enfermo con TDAH es adicto a su medicamento, sería tanto como considerar que una persona con diabetes o hipertensión es adicta al medicamento que debe tomar el resto de su vida.

El niño o el adolescente con TDAH es un sujeto normal, padece una enfermedad crónica que, bien controlada, le permite desarrollar de forma convencional sus potencialidades en el área social, académica y familiar. Es una necesidad continua del clínico y del especialista responsable, mantenerse al tanto de los avances en el tratamiento.

Los reportes de intervenciones psicosociales, en especial la terapia cognoscitivo-conductual y la terapia familiar han resultado de utilidad en el tratamiento de los niños y adolescentes con TDAH, sin embargo el mayor éxito se logra al combinar las intervenciones tanto farmacológicas como psicosociales.





REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  • De la Peña-Olvera, F. (2000). El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Revista Facultad de Medicina UNAM, Vol. 43 No. 6 Noviembre-Diciembre. Clínica de Adolescentes, Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”.

  • Cortés-Ariza, M. C. (2010). Déficit de atención con hiperactividad (TDAH): Concepto, características e intervención educativa. Revista Innovación y experiencias educativas No 28 marzo. ISSN 1988-6047.


  • Amador, J. A., Forns, M. y Martorell B. (2001). Características del Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Anuario de psicología Vol. 32, No. 4, 5-21 facultad de psicología de Barcelona.

1 comentario:

  1. apreciaciones del grupo frente al tema.
    deben dinamizar el blog, ingresar videos, imagenes

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